En estos días veo muchos comentarios en Twitter y Facebook
renegando de los grupos de WhatsApp de papis de la clase y os quiero dar mi
visión. Yo renegaba el año pasado también cuando me encontré con ese tema, pero
al final he tenido que cambiar de opinión.
¿Me he vuelto buenamadre? NOOOO… y
precisamente por eso, a mí, como malamadre que no se entera de ná, me sacó de
más de un apuro el curso pasado, me explico:
Tú llegas corriendo, loca de la vida, a
recoger a tu niñ@, con la hamburguesa ensalada aún en el esófago, el
coche aparcado, bien en doble fila o bien subido en la acera (gracias señores agentes
por hacer la vista gorda) y con unas ganas locas de achuchar al buenhijo que,
oye, es verte y ponerse a llorar y a gritar como un energúmeno, que tú te pones
hasta colorada, porque el resto de niños llora cuando les llevan por la mañana…
y tú en tu paranoia sientes que te miran y que seguro que están pensando “¿este
no es el nene que vino el primer día con los ojos morados porque ‘se cayó’ con la
bici?”