15 de julio de 2014

El Retorno

Desde que escribí el último post han pasado muchas cosas, o mejor dicho, ha pasado una que ha cambiado todas las demás, el 9 de Agosto nació mi Budita por parto inducido (que ya contaré algún día).

La llegada del pequeño supuso el final del concepto "tiempo para mí", porque tener un hijo te cambia la vida, pero con el segundo, pierdes cualquier atisbo de lo que fue esa vida.

Antes, de vez en cuando los abuelos se quedaban una tarde con Speedy y nosotros nos hacíamos un cine (creo que fuimos dos veces, no creáis). No soy yo mucho de "colocar" al niño con los abuelos básicamente porque los pobres ya me ayudan bastante a diario y sobre todo cuando el niño está malo (¿conciliación? JA!) pero quieras que no, existía la posibilidad. Ahora ni me lo planteo, si no es por fuerza mayor (léase ir al médico, y poco más) no se me ocurre dejarles con las dos fieras y menos para irme al cine.
Incluso ir a comprar se convierte en una locura, al final lo que hago es que el día que ya no tengo más remedio, según salgo de trabajar, me salto la comida y me voy a por víveres. Ese rato se convierte en mi hora zen de la semana,...(sí, soy de las afortunadas que ha podido coger reducción de jornada sin perder el trabajo, cruzaremos los dedos).

 En fin que, aunque adoro a mis niños, echo de menos salir una noche a cenar, bajar a la piscina a tomar el sol y a leer un libro tranquilamente, ir a comprar ropa PARA MÍ, en fin... que como alguien dijo una vez "yo era mejor madre antes de ser madre" así que cuando volví de la baja y me encontré con el Club de las Malasmadres me sentí tan identificada que rápidamente me hice miembro (no que ahora es ¿¿miembra??) y hasta me fui de fiesta con ellas (qué gran día #laPARTY24M). ¿Aún no conoces el club? Pues antes de que lo entiendas mal, quede claro que por encima de todo, somos madres orgullosas de serlo y que adoramos a nuestros hijos, pero a las que no nos importa reconocer que no somos perfectas, que nos falta tiempo y que no llegamos a todo, así que vamos sobreviviendo como podemos, y eso a veces se traduce en cenar salchichas de sobre o comprar los disfraces en el chino.

Os dejo el manifiesto entero, siempre hecho desde el humor, porque hay días que si no te ríes un poco de las cosas que te pasan, sería mejor no levantarse de la cama:

Manifiesto del club


1 comentario:

  1. a mí me pasa como a ti, solo tengo uno pero es un terremoto que vale por cinco, así que ahora hago todo lo que puedo por internet: la compra del super, mi ropa, su ropa, hasta los zapatos he llegado a comprar. no veas la de tiempo que ahorras, y encima te lo traen a la puerta. ¡viva internet!

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